Para impulsar el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y tener una recuperación inclusiva y sustentable en la región, el grupo de trabajo de Alimentos y Agronegocios cree en la oportunidad de una mayor colaboración público-privada para abordar nuestros principales desafíos.
Cada día la inversión en agricultura se vuelve más importante y relevante para que los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil se comprometan a trabajar en formas para asegurar que las Américas se conviertan en una potencia alimentaria y agrícola. El sector agrícola depende en gran medida de los recursos naturales y las condiciones climáticas y sigue siendo muy vulnerable a las perturbaciones externas del cambio climático, las amenazas naturales, las enfermedades y las plagas. La pandemia de COVID-19 demostró la necesidad urgente de proteger el sistema alimentario de las externalidades haciéndolo más resiliente.
La agricultura y los sistemas alimentarios deben mantenerse al día con el progreso tecnológico, particularmente en las Americas, lo que aumentaría su potencial de crecimiento para convertirse en un proveedor mundial. Otras áreas importantes en las que deben centrarse es el desarrollo de talentos y el intercambio de mejores prácticas. Los agricultores necesitan una caja de herramientas bien equipada para satisfacer las necesidades sociales, ambientales y económicas de la sociedad a través de la cadena de valor agrícola.
El comercio internacional y la participación en las cadenas globales de valor (CGV) son impulsores críticos del empleo y los ingresos para el sector agrícola en todo el mundo. La participación agrícola en las cadenas de valor mundiales es un motor fundamental de la transformación y el crecimiento económicos, con fuertes efectos colaterales para la mejora de los medios de vida, el crecimiento de la producción y las mejoras de la productividad.
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